martes, 20 de marzo de 2012

Libertad de expresión, requiescat in pace.

A raíz de unas cuantas censuras a comentarios míos y de otros compañeros en Havana Times heme decidido a escribir sobre la libertad de expresión y el peligro que supone ponerle coto, límites.

Entiendo que hay y ha habido un debate sobre este tema en el mundo entero sin que haya una oponión última sobre el asunto. Empero, yo sí tengo clara la mía.

El límite, el tamaño, el peso y demás propiedades son subjetivas. Pues si entras a mi casa y te digo: compórtate adecuadamente, nunca se sabría exactamente qué siginifica eso. En cambio, si te digo: haz lo que desees, queda bien claro.

Pienso que en la libertad de expresión debe ser como en el segundo caso, completa o no serla. El inconveniente real de acotarla es que el límite, al ser subjetivo, puede moverse a antojo de quien tenga por tarea velera por ella.

Así quien estuviera en poder de hacerlo podría ir reduciéndola cuanto quisiera, pues no hay un límite claro de lo que es la libertad de expresión.

Quién le dice entonces a Cuba que no respeta la libertad de expresión por no permitir gritar Abajo Fidel en frente del Comité Central, cuando permite gritar todo lo demás.

Quién le dice a España que no respeta la libertad de expresión por no permitir gritar Muerte al Rey, cuando permite gritar todo lo demás.

Lo que sí está claro es que si el límite existe, se puede mover. Y quien tenga en su mano dicha movilidad puede reducirla cuanto desee.

Para evitar esto y con ello que tiranos tengan justificación para disponer la libertad de expresión a su antojo, ésta no puede tener límites. Porque en este caso no hay subjetividad posible, sencillamente no hay límites.

De todas formas, esto no le hace daño nadie, en cambio mantiene al poder en jaque.

Para ilustrar la cuestión volquemonos en Hvana Times.

Al principio de salir este sitio muy pocas veces se censuraban los comentarios, en cambio, ahora la censura ha crecido. Como siempre ha existido la moderación en HT asimismo ha tenido la posibilidad de extenderla o constreñirla.

Esto por supuesto no supone un mal real pues hay muchos otros sitios y alternativas, pero se imaginan que este fuera el único sitio web de internet. ¿Habría entonces que opinar según el límite establecido a voluntad de a quien confiriere dicha tarea? Nada más parecido a una dictadura.

Es por eso amigo Circles, que desde el cariño y la buena intención hacia HT, te propongo no que elimines la censura -pues sé que en eso eres irreductible- pero sí que el mecanismo para censurar sea menos arbitrario en cuanto a la extensión de sus límites.

Podrías formar un comité o consejo en donde de manera democrática a través de una votación se eligieran los comentarios a publicar. Esto es muchísimo menos engorroso de lo que parece y muy provechoso para el sitio.

Sin ir mas lejos podrías pedirle a tu misma familia que te ayude mediante el voto a decidir qué comentarios publicar.

Sé que esto es un proyecto personal tuyo, algo privado, y que por tanto no tienes que responder a máximas de ningún tipo. Sin embargo, Havana Times se ha convertido en un actor de opinón, en un espacio publico y por ello debe -desde el punto de vista ético- tener algunas regulaciones de tipo públicas.

Si hay que tener límites en lo que se puede hablar, al menos que éstos no se muevan a voluntad de un hombre. De otro modo no me queda más que decirle a Havana Times: sic semper tyrannis.

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